BII o enfermedad de los implantes: ¿Verdad o mito?

La mamoplastia de aumento es la cirugía plástica más realizada a nivel mundial, concentrando el 20% del total de cirugías estéticas realizadas según la ISAPS Global. Según esta misma, el año 2020 se realizaron 1.624.281 de estos procedimientos en el mundo.

La mayoría de dudas que existen en torno a esta operación tienen que ver con los implantes de silicona que se colocan, siendo la más repetida el cómo nuestro organismo asimila las prótesis.

Breast Implant Ilness (BII) o enfermedad de los implantes de mama nace directamente desde foros y grupos de internet en Facebook, Reddit y 4chan, donde mujeres de distintas partes del mundo narran síntomas que padecieron luego de la operación de aumento de mama.

Dentro de los síntomas que se relatan se encuentran: dolor articular y muscular; fatiga crónica; problemas de concentración y de memoria; problemas respiratorios; alteraciones del sueño; sarpullidos y problemas en la piel; sequedad bucal y ocular; ansiedad; depresión; dolores de cabeza; pérdida del cabello; y problemas gastrointestinales.

La mayoría de las narraciones que se encuentran en internet o redes sociales finalizan en que el retiro de los implantes fue lo único que detuvo el dolor.

Opinión dividida entre profesionales

Los síntomas que se le atribuyen al BII son muy similares a cómo el organismo y el sistema inmunológico reacciona ante un agente externo. Debido a esto la enfermedad de los implantes separa a la comunidad médica, en donde la gran mayoría duda de ella.

El sistema inmunológico es la defensa del cuerpo y ante cualquier agente externo que no reconoce, busca eliminarlo, tal como explica el cofundador de Clínica Aurea y ex director de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica, Dr. Stefan Danilla: “Tu mismo cuerpo va a tratar de eliminar el implante desde el primer día en que te lo hayas puesto, esto pasa porque el implante es un elemento extraño y, como tal, tu cuerpo va a tratar de defenderse de ello”.

Tampoco existe evidencia científica que respalde esta supuesta enfermedad, por lo que la comunidad científica aún no reconoce su existencia y actualmente recae en categoría de mito.
Pese a que no existen registros de BII, el cirujano plástico siempre debe escuchar los síntomas del paciente y descartar sus causas, para luego tratarlos de la mejor manera. Ante cualquier dolor o síntoma, lo más recomendable es asistir a los controles periódicos y ante dudas o malestares acudir a su médico cirujano tratante.